martes, 27 de diciembre de 2011

G-R-A-C-I-A-S

o    Él se fué y ella se quedó aquí , conmigo.
Conmigo y con un batallón de gente que la consolaba jueves, viernes, sábados y domingos por la noche entre cervezas.
Creo que de esa temporada saqué la frase que más he odiado en lo que llevo de vida. "El tiempo lo cura todo"
¿El tiempo? ¿Quién es ese?
Era viernes y ella estaba sentada en el baño, apoyada en la taza. Guapa como siempre, llorando como nunca.
Entonces la agarré y por primera vez, entre millones de personas estúpidas, me dispuse a decirle la verdad.
"Te va a doler igual, hoy... y mañana. Claro que no, el tiempo no lo cura todo. El tiempo no cura nada.
No hay nada que cure un corazón roto, creo que es algo así como una regla. ¿Te has enamorado? ¿Has sido feliz? ¿ah si? Pues ahora te jodes. Si, algo así.
Creéme, tienes veintemil idiotas dándote consejos tontos, pero veintemil idiotas que te quieren. Sal y apóyate en ellos. Apóyate en mi.
Tira esa cerveza, pídete otra copa. Ponte guapa, si más, que tú puedes. Sal a bailar, conoce a alguien esta noche, echa el polvo de tu vida y repítelo durante meses, pero eso si! nunca con el mismo. Riéte del tiempo y úsalo para ti. Porque para cuando te des cuenta, estarás curada. Y entonces lo verás claro, que no ha sido el tiempo joder... que has sido tú, tú solita"


No hay comentarios:

Publicar un comentario